NUESTRO MUNDO

El frió, la reina de aquella noche;
las hojas, la alfombra de aquellos pisos;
los arboles, las paredes que nos esconden;
la banca, único objeto animado;
las gentes, objetos que estorban la velada;
el aire, nuestro ether inteligible;
El tema, el libreto que nos comulga;
La sorpresa, la existencia de un ser extraordinario;
lo trágico, mi incomprensión contigo;
lo sublime, el beso que abrigamos;
nosotros, el resumen de nuestra obra;
Conclusión, TE AMO SIN LIMITES;
el desenlace, unas lagrimas descorazonadas...

INTERMEDIO

Ya casi me olvidaba de este espacio, pero como el casi es siempre más pronunciado que el olvido vuelvo mis ojos por estas líneas. Creo que pronto serán las tres horas pasadas la media noche y, yo en frente es de este espacio, escapado de entre mis sabanas porque mis ojos no pueden conciliar con la n oche. Estos últimos días mis sueños entre las madrugadas se fueron tornando un poco grises al límite que me desisto a coger un poco de sueño… creo que es muy temprano para coger un cigarrillo, pero estoy tan ensimismado que no dudo en hacerlo, mis nervios están de punta y parece ser que un poco de humo es lo único que me mantiene en tierra. La escribo cuanto puedo, y de la única forma que puedo (mensaje de texto), parece ser que lo ignora tal como suele hacer con mis llamadas que inundan con su sonido su habitación sin animarse un poco a contestar, temo aburrirle o intoxicarle con mi voz discreta, pero yo quiero escuchar su voz y de paso distraer sus pensamientos de aquello que considero infinitamente tirado de pelos. Parece ser que la noticia se me fue discurriendo por las entrañas como un vaso con agua en medio de una sequía, me parece a esta hora todo un rito la sola idea de que en algún momento pueda envolverla entre mis brazos, deseo con toda mis fuerzas que ello se dé, pero como es evidente creo que ya no depende de mí el materializar tales esperanzas. Veo delate mío y en frete esta una Santa peruana, la misma que ella me regalo y con fe abrazo mis esperanzas de que por intermedio de ella sus pensamientos se clarificaran. Ella cree en Dios más de lo que yo pueda creer, ella siente que la vida, que nuestra vida es de él y solo él es quien puede decidir en que momento quitárnosla. Aunque el frío es grande no tardara pronto en salir el sol y con ella las nubes grises irán secándose como los corazones tristes alegrándose.