Intentaba buscarte e inventar una
fórmula para volver hacia ti, intentaba construir un túnel en el tiempo que me llevara
hacia ti; pero no me es posible o ya no es posible… Entonces entendí que la
mejor manera de encontrarte es recordándote, la mejor forma de tenerte cerca es
sintiéndote, bebiendo cada cuadro de recuerdo tuyo. Así es como nacen estas
pequeñas líneas, espero que de donde estés puedas volver sobre ellas, porque
son tuyas las he escrito para ti…
Me gusta verte dormida, escondida
entre tus sueños, oculta bajo la blanca luz de tus sabanas, tu cabello todo alborotado
y tus ojos tímidamente cerrados.
Me gusta verte despierta, alegre
con tu sonrisa de verano, cálida junto a la mañana que te sonríe.
Hoy he vuelto a pensarte, no
sabes cómo te siento, como extraño el perfume de tu cuerpo los cuadros que
juntos hacíamos al despertar, ahora que la distancia marcha sobre nosotros y la
sed de encontrarte me quema, la verdad es que no encuentro fórmula para
soportar tu vacío.
Me gusta pensar que aún duermes,
que aún te escondes entre tus sueños y te ocultas bajo la blanca sabana de
verano.
Me gusta pensar que tus cabellos aún
tienen ese dorado particular y que tus ojos aun despiertan tímidas sonrisas
allá donde las almas buenas van.
Me gusta sentarme a esperar y
pensar con las lágrimas en las manos que aún sigues dormida, que aún tus sueños
siguen siendo profundas (como me gustaba)
y que pronto no tardarás en despertar.