
Eh desterrado mi imaginación, aquella que la creí digna, pulcra, e inmaculada. Por un tiempo me hizo ella; sentirme, complacido, extasiado e inmaculado, vanagloriándome en mi inmisericorde pensamiento de inmortal; cuando en realidad me mostraba un espectro ajeno y mal trecho.
Ahora que la cogí del pescuezo le invité lívidamente a que se marchara y ella como complaciéndome se alejó, sin imponer ningún tipo de perjuicio de por medio.
A esta hora, como ya te debes de estar imaginando, me animo sin subjetividades a escribir lo que la tosca verdad me invita a hacerlo, o mejor dicho lo que un hombre sin pensamientos puede atreverse a expresar.
No se a estas alturas, si esencia o materia soy; no se tampoco si lo que en mi llora, es mi conciencia o el miedo a entender que la realidad es lo que es, muerta. En este ser objetivo (por que eh desterrado mi imaginación) ya nada cabe, ya de nada se sostiene; todo vuela, todo parece extraño, el mundo que ayer le sonreía hoy le yace extranjero (al cuerpo). Eso soy, eso cuento en mi ser objetivo.
Desdichado de mí, por que no logro colmar ni con uno ni con otro pensamiento, el vacío infernal que significa no tener puerto donde encallar ; errante vaga este cuerpo alejado de su imaginación, alejado de su conciencia, por que en ultima instancia tampoco, esta ultima, me a animado a realizar cosa alguna.
Marzo, 02 2011 – 07.43 p.m
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