Como es de suponer, no tienes por qué entender o comprender todo lo que digo, solo intentarás ser condescendiente como las otras veces y, así continuaríamos descubriéndonos y redescubriéndonos, encontrándonos y perdiéndonos como las mil y una noche que pasamos al borde de nuestra imaginación infantil…
¿Cuánto tiempo ya ha pasado en vuestras imaginaciones?, ¿Cuántos años ya has contado desde el último día que te escurriste con la excusa de tener que ver a alguien?, ¿Cuántas son las veces que imaginaste este momento? Y ¿cuánto tiempo llevas contando aquello que te voy diciendo?
Nuevamente el mismo sentido de mis preguntas, aquellas, que en esos años las hacía formándolas con otras letras y tu nuevamente excusándote, hablándome de otro tema que poco me importa, pero como vienen de ti comienza a calar algo de interés dentro de mí. Pero esta vez me resisto y regreso de manera sigilosa a las mismas preguntas, te envuelvo en mi interés para que puedas responder. Y al darte cuenta me dices:
Viejo como has cambiado…
Una carcajada, las de aquellas, se enciende en mí y pronto interrumpo…
¿Viejo? , ¿Qué si he cambiado?, jajaja, como me dices eso, si eres tú la que parece desde hace unos instantes otra, y de donde sacaste esa palabra de, viejo, si nunca estaba en tu vocabulario…
Con tu sonrisa que todo lo compra, esta vez compra mi silencio de la manera más dulce. Claro que hemos cambiado. Mírate, me juraste en varias o mejor dicho en muchas veces que me esperarías unos cincuenta años y a los pocos días que no me viste no podías sin mí, lo cual me hace suponer para llegar a estos días la cantidad de brazos que utilizaste como consuelo…
Vaya, ahora sí que esto se pone más divertido, ¡de vieja celosa!; jajaja. Ahora sí que tu cambio se hace más pronunciado, ¿quien provocó en ti ese cambio brusco?, ¿quién transformo tu historia en un álbum gris?, porque desde que te vi, solo me acompañas con el gesto y todo tu mundo parece haber dado un giro y con ello evidencio algo de herida oculta en tu corazón de primavera.
Nuevamente tú y tus preguntas, me rectifico, no has cambiado en nada sigues siendo el mismo, ahora que más me vas a decir, que cuento me vas a contar, que mentira tienes reservada para mí; pero intenta que esta vez sea creíble, intenta hacerme sentir que sí, efectivamente, me esperaste el tiempo que jurabas esperarías y en silencio, si no me acuerdo mal eso fue lo que de bacante allá cuando jóvenes me dijiste. –Lo dijo seria y sin reparos, como si pidiera a gritos una conversación alejada de las bromas y risas-.
Haber, no tengo nada que inventar, nada que formular, pues el tiempo que ha pasado es tan real como el poder tocar las huellas de tu rostro, no el sueño que creí era hasta hace mucho, -ahora sus palabras parecían suavemente complacer, en su pedido, de alejar todo rastro de inseguridad- elevando ligeramente su voz, al mismo tiempo que levantaba su vista en su rostro de ella, dijo:
Son tantos los años que te he pensado, tanto los días que te tuve en mi mente, tanto los segundo que tu imagen alojado en cada célula de mis recuerdo eh llevado, para que ha esta hora me digas ¿que si no fui fiel a mis promesas?, a donde más querías que llegue, a donde más puede este cuerpo resistir. Soy yo quien debería pedir que me hables de la manera más seria y estricta de todo lo que hiciste, pero no, no te digo o no te pido ello porque sigo considerando que está más allá de los límites míos. Como los primeros días que nacía este sentimiento hacia ti, todo distante, todo a mares de distancia, todo en silencio como el tiempo que poco a poco fui matando, ahora, ¿te acuerdas?, ahora, ¿sabes que sigo aquí?
No podía decir nada, estaba quieta, en silencio resolvía el mensaje que le dio a entender, en silencio zaceaba sus dudas. No podía ser mejor, su plan funcionó, escuchó lo que quería, ahora ya no importaba más que seguir riéndose… el intento de redescubrir y descubrir comenzaba a dar resultados, ahora solo faltaba echar una dosis de preocupación y todo caminaba de pies…
...desde ayer y seguramente hasta mañana los hombres ande ir buscando formas de llenar esos espacios en blanco, no es algo que está fuera de nuestro mundo, si no, es algo que deseamos que se encuentre fuera de nuestro mundo. Pero, ¿Cuando uno ama más? ¿Amando?, ¿siendo amado?, ¿Sin ser amado? O simplemente amar se resume en el placer de saber a quién dedicas unos momentos de tus pensamientos. Es tan complicado las respuestas de los hombres como complicado es la historia que los envuelve...
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